Gerente de Emprendimiento de Corfo destaca rol de coworks en regiones
«Se genera un espacio colaborativo donde los independientes pueden compartir un lugar físico», explica Tadashi Takaoka.
Tadashi Takaoka, gerente de Emprendimiento de Corfo, estuvo en Rancagua para participar del evento «Las claves para financiar tu startup», que fue organizado por la Corporación Pro O´Higgins y OHCowork, financiado por Corfo y Codelco división El Teniente.
Takaoka dialogó con El Tipógrafo sobre las amenazas y oportunidades de los emprendedores en el país y cómo Corfo está abriendo espacios para sus iniciativas. «Chile es uno de los países menos burocráticos de Latinoamérica pero eso no quiere decir que no sea burocrático. Chile goza de estabilidad social, política, económica, y hemos hecho un buen trabajo en temas de digitalización. Hoy día la firma electrónica es una realidad, igual que la factura electrónica; puedes implementar tu empresa en un día», destaca.
Pero también persisten barreras que desincentivan la inversión. «Por ejemplo, si tu tienes un food truck y sacas un permiso para vender en él, ese permiso es solo para la dirección donde estás estacionado. Son cosas que tenemos que modernizar, por eso la gerencia de Emprendimiento está impulsando junto con el Ministerio de Economía una ley de emprendimiento».
En esta línea destaca la implementación de los coworks, una práctica que nace a partir de la necesidad de emprendedores de tener un lugar donde poder trabajar y reunirse con clientes. «Se genera un espacio colaborativo donde los independientes pueden compartir un lugar físico y trabajar cada uno en su propio proyecto , pero en comunidad, nutriéndose de un ambiente laboral más cooperativo», explica Takaoka.
Añade que «son el lugar de encuentro sobre todo en regiones donde los emprendedores pueden tomar este espacio. De hecho, en el caso particular de O´Higgins me acuerdo perfecto porque cuando comencé mi trabajo en la Corfo el 2015 llegué y hablé con unos emprendedores que me decían que no tenían ningún lugar donde trabajar y se colaban en un hotel de acá del centro (de Rancagua) que tenía wifi y trabajaban ahí hasta que los echaban».
Fuente: Jaime Castañeda, El Tipógrafo.