Fundación Chile estima que en cinco años se va a desarrollar en el país una industria de energía solar
Por costos e impacto, las ventajas que ofrecen las energías renovables no convencionales (conocidas como Ernc) han logrado convencer a los actores de muchos ámbitos en el país. Hasta hace algunos años, las dudas eran mayores que las certezas, pero los tiempos están cambiando.
La última licitación eléctrica realizada en el país se destacó por la incorporación de este tipo de energías a la matriz, lo que –de acuerdo a variados especialistas- se debe básicamente a que los avances tecnológicos le otorgan a este tipo de opciones valores económicos más competitivos en el tiempo.
“La inversión en Ernc ha aumentado a tasas crecientes en los últimos años, superando a los combustibles fósiles, situación que ha ido ocurriendo especialmente en países en desarrollo”, señala Marcos Kulka, gerente general de Fundación Chile, entidad que ha sido especial promotora de la incorporación de la energía solar en Chile, por considerarla una Ernc de intenso potencial.
De hecho, la incorporación de este tipo energía en ,a reciente licitación nacional se debió a las condiciones excepcionales de radiación existentes en el país y por su atractiva factibilidad económica
“Creemos que las condiciones espectaculares que tiene Chile y la tendencia de ir hacia una matriz limpia permiten señalar que en cinco años debiésemos tener una industria en torno a la energía solar”, enfatiza Kulka
La energía solar va a requerir desarrollos locales, generando con ello un dinamismo económico, además de un evidente proceso de encadenamiento. Si se considera que la energía nutre la esencia de la competitividad, el impacto en los costos también va a ser importante.
Se estima que las energías limpias pueden implicar una disminución de 20% a 30%. Y el desarrollo de variados proyectos relacionados también va a generar un impacto en el Producto Geográfico Bruto (PGB), “especialmente por una dinámica de sofisticación: no es lo mismo –por ejemplo- vender una tonelada de cobre que un sistema que integra energía solar con cobre para desalar agua”, explica Kulka.
La dinámica solar en Chile implica también características propias, debido a las singularidades de la radiación en el país. Entre estas tecnologías están los paneles fotovoltaicos bifaciales -con dos lados- para capturar el sol de forma eficiente y no deteriorarse; o el almacenamiento de la energía por la intermitencia del servicio, ya que sólo funciona cuando es de día.
Marcos Kulka subraya que con sólo “un 0,3% de la superficie total del territorio en el que se instalen sistemas de captación solar podríamos generar la potencia completa que requiere el país”.