Espacios de cowork en Chile suman cerca de 160 y la mitad se concentra en Santiago

Para el año 2020 se estima que habrá en el mundo más de 3,6 millones de personas trabajando bajo el sistema de cowork o trabajo compartido. Y Chile no es ajeno a la tendencia, ya que desde hace un tiempo se han multiplicado este tipo de alternativas, enfocadas principalmente en emprendedores en etapas iniciales y startups . Prueba de ello es, por ejemplo, el próximo arribo a Santiago del gigante del rubro WeWork, que se instalará en Las Condes en septiembre próximo.

Según cuenta Rodrigo Carrillo, presidente de Chilecowork, la primera asociación gremial de espacios colaborativos del país, la tendencia comenzó tímidamente hace un par de años fuertemente apalancada por el apoyo de Corfo -el pasado gobierno se puso como meta que existiera por lo menos uno por región-, que subsidió la instalación de los primeros espacios.

Hoy, sin embargo, el panorama es muy distinto y se calcula que existen cerca de 160 de estos recintos a lo largo del país, concentrándose la mitad de ellos en la Región Metropolitana. «Una de las razones de la proliferación de estos espacios es el atractivo que genera la economía de escala que se genera a su alrededor. Hay un atractivo interesante para los emprendedores y, por eso mismo, se ha empezado a ampliar la oferta y a entregar servicios agregados al espacio de trabajo, como son el apoyo para levantar financiamiento y el acceso a redes de mentores», dice Carrillo, agregando que en el caso de Chilecowork, sus 14 miembros cuentan con un acuerdo que permite que sus usuarios puedan usar cualquiera de los espacios que son parte de la red nacional.

Con precios promedio que rondan los $100 mil al mes por persona en un espacio de trabajo simple y con cerca de un 16% de estos recintos con apoyo financiero estatal, el presidente de Chilecowork comenta que pese al auge, el concepto de trabajo colaborativo todavía no se ha logrado instaurar por completo en la cultura local, debido a que a varios emprendedores les cuesta entender que un cowork va más allá de compartir un espacio físico, ya que su verdadero valor pasa por obtener beneficios mutuos para todos los emprendedores.

Agustín Ubillo, gerente de Marketing de Cowork Latam, la compañía que se adjudicó la licitación para albergar a los emprendedores de Start-Up Chile y que cuenta con ocho sedes en el país, dice que en el último tiempo este tipo de lugares se ha democratizado, ya que hoy abarcan una gran variedad de tamaños, beneficios y precios. «Es importante resaltar que, en su mayoría, estos espacios nacen de oportunidades locales, la competencia internacional aún no está muy presente en Chile. Con relación a este último punto, grandes competidores internacionales han anunciado que este año entrarán al mercado chileno, lo que intensificará la búsqueda de propuesta de valor de las empresas que los ofertan», apunta.

En su caso, cuenta que este año tienen planeada la apertura de nuevas sedes para totalizar 10 mil m² en Chile y otros 10 mil m² en otros países de la región, donde evalúan crecer en Perú y México. «El crecimiento del concepto a nivel global es exponencial, estamos viviendo un cambio radical en la manera que percibimos los servicios, lo que sin duda también afecta al sector inmobiliario», dice.

Expansión del formato

Uno de los pioneros del mercado nacional es IF, el mega proyecto de espacios colaborativos ligados a innovación fundado, entre otros, por Alejandra Mustakis y Lionel Kaufmann.

Matías Lyon, su gerente general, explica que para él lo más importante que ha sucedido en los últimos años es que ha cambiado la cultura de trabajo del cowork , pues ya no está pensado solo para emprendedores, sino también para profesionales en general, empresas y grandes compañías. «El éxito de los espacios de cowork se basa en que tienen mucho más valor cuando se les incorpora la diversidad y la mezcla de visiones. La meta es dejar de ser empresas que trabajan encerradas en su propia cultura, buscando un valor agregado en la diversidad, permeándose y nutriéndose de ecosistemas diversos, en donde las firmas compartan dichos espacios con emprendedores, profesionales y ecosistemas más diversos y se comuniquen, desarrollen alianzas y las transacciones ocurran en forma más dinámica», dice.

Agrega a su análisis que antiguamente el punto de vista que primaba en las compañías era estar lo más separado posible de los otros, por secretos o para que no les fueran «a copiar la idea», pero ahora el panorama es distinto. «Hoy día esa tendencia está en retirada, porque se ha demostrado que las empresas y los emprendimientos son mucho más exitosos cuando están compartiendo con otros. Al estar comprometidos a colaborar, todo se desarrolla más rápido y mejor para todos. Los espacios colaborativos y de cowork son producto de una economía colaborativa, más integrada y esto es un reflejo de eso», asegura.

26 coworks del país cuentan con el apoyo de Corfo. A estos hay que sumar los ocho hubs globales financiados por las autoridades.

86 espacios de trabajo colaborativo existen actualmente funcionando en distintas regiones del país, según datos de la asociación gremial Chilecowork.

6.000 m² son los lugares que posee Cowork Latam, cadena de espacios de trabajo colaborativo que, además, ganó la licitación para albergar a los emprendedores del programa Start-Up Chile.

Autor: Pablo Tirado
El Mercurio: https://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=452294